¿A COMO SE PAGA EL KILO DE INDIGNIDAD, PERIODISTAS DE PACOTILLA?

La indignidad cotiza en los mercados desde Caín, y no te cuento hoy en día, como bien muestran las noticias sobre algunos políticos, periodistas, empresarios, funcionarios…etc. Pero amigos, Caín era un caballero templario al lado de la fauna que pace en el sector mediático de los deportes. Para rescatar un periodista deportivo íntegro aparte de los tres o cuatro que todos sabemos, sería preciso contratar algún audaz explorador de National Geographic. Quizás sea por la profundidad de la crisis, unida a que la MAFIA siempre dispone de cash,  pero el caso es que las opiniones lanzadas tras el último clásico por tipos de todo pelaje, incluyendo algunos de esos supuestos periodistas de prestigio, ex árbitros, y ex jugadores, son tan lamentables como las habituales de todos esos tertulianos que son enfermos mentales con carnet, tan conocidos como despreciables.

Cierto es que este siglo tan chungo que, como dice el tango, nos toca transitar, obliga a tragar sapos de cojones, pues de lo contrario iríamos de guerra en guerra. Pero yo no asimilo que, en 2012, vivamos un anacronismo estúpido por el que ningún periodista que no sea madridista tiene futuro alguno para obtener un puesto relevante en la sección de deportes de nigún medio macional, se ponga como se ponga. Como mucho, se acepta algún traidorzuelo inane, generalmente colchonero, que haga el trabajo sucio de anteponer su odio a los catalanes (el Barça les gusta porque es el que humilla al Madrid), antes que su odio al Real Madrid, que lo llevan inyectado en vena, pero que evidentemente deben ocultar una vez contratados para malversar la verdad. 

La MAFIA ha dado orden de  difundir un doble mensaje: “El Madrid  fue muy superior al Barcelona”, y “El árbitro le robó el partido”. Las dos afirmaciones son falsas, como ellos, pero el encargo hay que acatarlo, y consiste en repertirlo para que cale en esa masa descerebrada o, como poco, desinformada, que se cree todo lo que pone la prensa y todo lo que dice la tele.

El último clásico fue, ¡por fin!, un partidazo, gracias a que Mourinho se vio obligado a hacer exactamente lo contario de lo que a él le gusta. Pero nos trae una nómina de “opinadores” que, tristemente, ya no solo consta de los gilipuertas por todos archiconocidos, sino que presenta incorporaciones insospechadas de gente que parecía seria. Y me es tan difícil aceptar eso de algunos de ellos, que voy a darles el beneficio de la duda. Quizás el shock traumático que supone a cualquier humano ver que el Real Madrid de Mou no hace la puta risa ante el Barça, les haya generado una enajenación mental transitoria.

Les sugiero ver el partido de nuevo, tranquilitos, repitiendo lo que haga falta, a ver si llegan a las mismas conclusiones que yo:
- El partido venía condicionado por el resultado del Bernabéu. El Barça no necesitaba un ataque en tromba pues la eliminatoria venía cuasi resuelta.
- No es verdad que el Madrid dominó la pelota, hizo virguerías, y poco menos que toreó al Barça. Nada más lejos de la realidad. El Real achuchó un ratito en cada tiempo, porque necesitaba dos goles para tener alguna opción, y lo hizo con más empuje que otra cosa.
- Solo Ozil, superclase aunque irregular, hizo un partidazo con la pelota en los pies. De hecho, el Real no hizo apenas jugadas colectivas reseñables.
- El Barça, aun sin continuidad, tuvo tramos de baile al primer toque parecidos a los de cualquier otro clásico. La jugada del primer penalti de Pepe a Alexis es de las mejores que se hayan visto en un campo de fútbol. Y la jugada de Messi en el gol de Pedro, genial.  
- Aparte de los regalos de Pinto y Piqué al Pipita, el portero culé solo intervino un par de veces en todo el partido. Los del “partido heroico” no tiraron a gol, ni se plantaron en jugada ante puerta ni una sola vez. ¿Curioso verdad?
- Esa supuesta “primera media hora merengue tan magnífica”, en cuanto a fútbol, fue de tanto dominio o más del Barça que del Madrid. El "galáctico" juego merengue con balón fue inferior al que hicieron el Betis o el Rayo en Liga, y eso que éstos no tenían ninguna necesidad de salir a la desesperada. Ni te cuento las primeras partes del Valencia o Villarreal el año pasado. No las comparo a la del Madrid, porque me da vergüenza.

Puedo aceptar que por 1º vez en años la cosa estuvo equilibrada, pero ¿cómo cojones presumen de medio tiempo en el que las ocasiones en el área fueron pases erróneos no forzados del Piqué y Pinto, encajaron dos golazos, sufrieron bastantes jugadas supersónicas de tiqui taca sin olerla, y tuvieron colaboración arbitral para tangar un penalti a Alexis y una roja a Lass?. ¡Ah, ya sé! Se me olvidaba: Se agarran a una supuesta mano de Busquets (le dio en el costado y luego en el brazo de forma absolutamente involuntaria, y de Abidal (involuntaria pues no fue la mano al balón, sino al revés, y la mano estaba protegiéndose la cara del juego peligroso del otro jugador del Madrid que tiene “Licencia para Matar”: Ramos). Nadie, ni en el campo, ni en los banquillos, ni en la tele, ni en la radio, reclamó penalti en ninguna de las jugadas. Porque ni lo era, ni era posible verlo a velocidad normal. Pero la cámara superlenta da mucho juego, y convierte cualquier gesto reflejo en algo alevosamente voluntario.
- Al empezar la 2ª parte, hasta los familiares de la chusma láctea apostaban en Bwin por otra goleada más, con más dignidad que el resto de clásicos, cosa extremadamente sencilla, pero acabando goleados sin ver la bola, como siempre.
- El gol de CR7 llegó cuando nadie se lo esperaba, aunque fue un buen gol, sin más, a pase del mejor jugador de la noche. Era de justicia.
- Ese gol, unido al nuevo regalito de Piqué para el 2-2, generó los 15 únicos minutos de desconcierto culé y dominio psicológico del Madrid, y ese ratito ha servido para barnizarlo todo de "proeza". Pero no cuela, pues ni aun así el “Super Madrid” consiguió ligar ni una sola jugada de peligro desde el 2-2 hasta el final, salvo ese supuesto penalti de Pujol.

- Tras el 2-2, ese Barça “desbordado y aocojonado”, llegó 4 veces con opciones de gol muy claras, incluyendo el 2º penalti alevoso de Pepe a Alexis, una contra de Messi a cuyo pase al área pequeña no llegó por centímetros ¡Piqué! (¿no estaba el Barça tan asustado?),  otra que Leo terminó en chut que salió fuera por un palmo, y la última en la que Pedrito le regaló un cabezazo a Iker cuando le daba tiempo de recibir el balón, pararlo, comerse un bocata, y meterse con él en la portería. Y dejo aparte el fuera de juego infame pitado a Pedro cuando se iba solito. 

Este artículo va dirigido a vosotros, gili-periodistas deportivos, mezcla de bobos de tres al cuarto y chaperos de la palabra. Contestad a esto si tenéis vergüenza:

¿Qué diferencia hay entre este Madrid y el de Pellgrini o Juande en el Camp Nou en anteriores Ligas…y con 400 millones menos en plantilla? ¿Acaso aquellos no plantaron tanta cara o más que este?

¿Cómo podéis ocultar que estamos ante la misma historia del año pasado? ¿Acaso Mou no convirtió el Bernabéu en Champions en un monumento al miedo y a la violencia, exactamente igual que en la ida de Copa hace una semana?

¿Y acaso en la vuelta de la Champions, jugando a todo o nada, no tuvo sus opciones, le perdonaron otras dos expulsiones...y acabó quejándose del árbitro, exactamente igual que anteayer?

¿Es que no os queda claro que, de 10 clásicos, el Madrid ha gando 1 por el jeta de Undiano y HA PERDIDO NUEVE?. Si, si, ha perdido 9, porque los 4 empates le servían al Barça. Bobos. Cuando al Barça no le ha servido el empate, ha ganado, incluida esa Supercopa en la que Messi os puso en vuestro sito con el tinto de verano aún en la mano.

¿No terminó Casillas el miércoles tan agilipollado y mal perdedor como el año pasado, e igualmengte indultado por los comités a pesar de que merece ya una sanción por mal educado?

En fin, estultos junta sílabas, estáis llevando a vuestra profesión a lo alto del pódium de la indignidad y la vergüenza.
Desde aquí, propongo a las peñas merengues y demás asociaciones adoratrices de Ronceros, Siros, Alcaides, Carbajosas, Caridades, Buyos, Damianes...etc, etc.etc., que instauren un nuevo Trofeo que conmemore el empate a 2 y la eliminación en Copa. Y que vayan a la Cibeles, con Ramos en lo alto del bus, o mejor que pongan a Pepe, auténtico símbolo de los "caballeros del honor". 

Uy, ¡no sigo que se me saltan las lágrimas!