Mucho jovencito que sólo ha vivido la exuberancia de la Era Messi, debe creer que ha cambiado algo en lo que respecta a los arbitrajes al Real Madrid. ¡Almas cándidas!... El Real Madrid recibe en tre 15 y 20 puntos de donaciones arbitrales desde que Bernabéu parió la Copa de Europa a su medida. De la misma manera que no hay año que no salve varios partidos en la Champions exclusivamente por escándalos arbitrales, lo cual le ha librado de eliminaciones hasta en fases de grupos. Pero los jóvenes culés deben espabilar. Lo que ha pasado estos lustros ha sido que un enano de otro planeta cayó en Barcelona como podía haber caído en Roma, Londres o Madrid. Y que al conjuntarse los astros con Xavi, Iniesta y Guardiola al mando, ni robando esos 15-20 puntos les ha valido más que para ser vapuleados por Messi una y otra vez. De hecho desde la primera temporada de Guardiola, en 2008, el resultado es de 10 ligas a 3, y las tres atracadas de forma indecente.
Pero se acabó la fiesta. El Barça vive de la inercia de Messi y jamás ha sabido suplir a Xavi, Iniesta, Puyol o Alves. Tampoco ha sabido tener relevo para Piqué o Busquets. Y eso, con el paréntesis desaprovechado en buena parte de la MSN, le ha convertido en un equipo totalmente dependiente de un Messi que, hasta el partido de Liverpool, seguía haciendo milagro tras milagro y permitiendo optar al Barça a todos los títulos año tras año. Pero esa dinámica parece llegar a su fin. Messi, por su cuenta, no puede luchar ya contra esos 15-20 puntos que la mafia arbitral sigue proporcionando a Florentino. Y por lo mismo no puede garantizar esas goleadas al Madrid que todos los pipiolos culés han disfrutado en tantos clásicos. C'est finie.
Que un árbitro, en el campo o en el VAR, pierda su dignidad profesional y personal prevaricando con tanta jeta como Munuera en el piscinazo de Ramos, no debería extrañar a nadie. No hay apenas árbitros que no hayan tenido que pagar ese tributo para medrar en la profesión. Y los pocos que han osado desobedecer la orden de "en caso de duda, beneficia a los de blanco", han sido lapidados por la mafia mediática y terminado en el ostracismo. Por supuesto, es una quimera pretender que desde el VAR le avisaran para revisar la entrada de Casemiro pisando el balón, que no despejándolo, y llevándose a Leo por delante en el área merengue. Y además luego te venden la moto pues, tras alterar el partido con indecencia, maquillan el resultado al final y se sienten campeones del mundo (Por cierto, ojalá Modric hubiera venido al Bará cuando se fue Xavi). Hay que reconocer que el ritmo de atracos desde el parón de la pandemia, de seguir así, podría batir récords que ruborizarían hasta al propio Plaza, que atracó ligas durante dos décadas con un descaro extraordinario. Al final, te da igual hablar del año 1970 que del 2020. No existe un sólo aficionado español que no haya visto a muchas veces a su equipo ser atracado a pesar de haber sido muy superior al Madrid. Ni uno.
Y esa inmunidad que proporcionaba Messi (que ha bajado los ratios de efectividad ante gol) con un equipo solvente alrededor se ha terminado. Y eso que el invento de Ramos para Munuera fue, como suele ser habitual, cuando el Madrid estaba sufriendo para pasar a campo rival, y se las veía putas para no encajar algún gol como el que falló Coutinho. Pero el Barcelona ha perdido la excelencia en el medio campo. Es desesperante ver a Busquets, lentísimo, y De Jong, puñetero trasportador de balón, sin visión del pase al desmarque de velocistas como Fati, Alba o incluso Messi. A eso le sumas que Piqué no sabe dar un pase largo en condiciones, y que Pedri jugaba fuera de su sitio, y el único que puede ayudar a construir algo es Coutinho, lo cual no te garantiza nada.
Es pronto para juzgar a Koeman, y más cuando le roban en Getafe y ante el Madrid. Hay brotes verdes como Dest (¡qué alegría ver a Sergi Roberto reserva!), la potencia de Fati, o incluso lo que ha dejado entrever Pedri en otros partidos. Pero no creo que juntar a Messi, Pedri por la derecha, y Coutinho, aporte mordiente, ni ocasiones, ni velocidad. En mi opinión, tiene que jugársela con Dembelé, y elegir entre Coutinho o Pedri. El francés es un velocista que genera pavor, y siempre se le puede cambiar por Trincao si no tiene su día. También me gusta la opción de Braithwaite porque su forma de moverse por el campo genera problemas al contrario y abre líneas de pase a Messi. El problema grave es en medio campo. Yo no sé Pjanic cómo va a resultar a su edad. Pero la lentitud de Busquets queda demasiadas veces al desnudo pues, lamentablemente, De Jong no acaba de encajar. Más le vale a Koeman buscarse un plan B en el centro del campo y utilizar los extremos para los velocistas que tiene en plantilla, que son cuatro: Dest, Alba, Fati y Dembelé. Esos cuatro, bien abastecidos en sus desmarques por alguien más que no sea sólo Messi (Pedri, Ricky, Pjanic...), pueden romper cualquier defensa. Ahí, y en ir dando entrada a Araujo para darle más velocidad y seguridad por alto al centro de la defensa, estriba el éxito o el fracaso del Barça... Al Madrid y sus robos, que le bailen el agua sus sicarios de siempre. ¡Vergüenza de mafia!