A mí no me cabe la menor duda de que Messi hizo en Wembley ante el Tottenham la jugada de la temporada: Imponer a Arthur en el once inicial. Era algo de Perogrullo que Leo ya apuntó en una entrevista, pero al Txingurri no le da la testa para más, y necesitaba que el que manda en el campo le explicara esta cosita tan sencilla de entender para cualquiera que vea diez minutos entrenar o jugar al brasilero. Quedó meridianamente claro en pretemporada, pero a Don Ernesto, por lo que sea, no le salía del escroto utilizar al único proyecto de Xavi que ha pisado Barcelona desde que ese computador con piernas se fue a hacer los qatares. Pero tres batacazos seguidos en Liga, cuando teniendo dos deditos de frente el Barça ya tendría en llamas al madridismo todo con siete puntos de ventaja, parecen haber empujado a Leo a coger del cuello al míster y explicarle de qué va esto.
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Recital de ET en Wembley |
Nadie va a negar que Messi hizo un partido extraterrenal en Londres. Su tercer gol tras discutir dos veces con el mismo poste, fue una obra de arte. Y es que él ha sido, es, y no hay que ser vidente para saber que será, para siempre, el jugador que más jugadas maravillosas, mejores pases, mejores dribbling y mejores goles ha hecho en la historia del fútbol, aparte de ser el que más partidos y títulos ha decidido, con una diferencia tremenda sobre el siguiente. Pero el ecosistema que ha permitido a Leo Messi llegar a todo eso se basó siempre en la filosofía que vino con Cruyff a la Masía, y que ya he repetido muchas veces que se fundamentó en ese tipo de jugador que encarna Arthur, Xavi, Guardiola o Milla. Ese fue el gran tesoro del Barça legendario, la fórmula de la Coca Cola por la que la Masía producía con molde ese tipo de jugador que ahora ha tenido que importar, a través del que el equipo se asegura la pelota más de una hora por partido, el que dinamiza el juego con toque y movimiento rápido, y convierte al bloque en dominante absoluto. Ni el Barça ni nadie puede fabricar Messis, Ronaldinhos, Iniestas o Romarios. Pero SÍ SE PUEDE FABRICAR GUARDIOLAS O XAVIS, que evidentemente van ganando en excelencia conforme pasan los años, y no hay más que ver que el Xavi de los primeros tiempos era muy diferente al maestro de orquesta posterior. El pecado de estos años ha sido paralizar esa producción casera, y se ha pagado con varias Champions que se podrían haber ganado de calle teniendo al mejor de la historia en el plantel.
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Arthur se doctoró en Londres |
Lo de Arthur en Wembley fue una masterclass que hubiera firmado el mejor Xavi, y más teniendo en cuenta que el torpe de Valverde le ha ninguneado, y por tanto, era un partido de máxima presión para ese enanito que debía estar entre depre y sorprendido ante las mamonadas del vasco. Tiene personalidad, serenidad, reprís, conoce las claves del contrapié, no falla apenas un pase, es socio de todos, y cuando no tiene la bola, ocupa espacios que dificultan al rival a la hora de fabricar en medio campo. Es pronto aún, pero así como es una gilipollez descartar a un jugador sin verle jugar ocho o diez partidos seguidos, no es ninguna temeridad afirmar que Arthur es el nuevo Xavi de este equipo, porque ya ha demostrado sus posibilidades. Y eso repercute, y de qué manera, tanto en facilitar la vida a Busquets y Rakitic (golazo imprsionante), como para sacarle máximo rendimiento a un Coutinho capaz de hacer de Iniesta como falso delantero, pero no como mediocampista. Si a eso le sumas la autopista que se le abre a Jordi Alba, el Barça, con la mera alineación de Arthur, vuelve al lugar de donde nunca debió partir.
Otro de los afecatdos por el desprecio del Txingurri, sin embargo, tuvo una actuación por debajo de su categoría: Semedo. Y no lo digo por el gol de Kane, que se marcó un jugadón, sino un par de despistes de esos que pueden costar goles, y más en estos meses en los que Piqué no está para tapar más agujeros que los que él mismo provoca. Dicho eso, Semedo es el único proyecto de sustituto de Alves que hay en esta plantilla, y creo que debe sentirse titular indiscutible para descartar de una vez eso de actuar con un pseudo lateral como Sergi Roberto, chollo para cualquier extremo zurdo.
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Mirada de desprecio de Vidal... Y con razón |
Ahora las patatas calientes las tiene Valverde con dos jugadores: Dembelé y Vidal. Lo suyo sería ir alternando al francés con Coutinho... y con Luis Suárez, que debo decir que está repuntando estos últimos partidos, aunque siga con su sequía en Champions. Si por mi fuera, habría bastantes partidos en los que Suárez descansaría y en los que pondria a Messi de nueve falso y a Dembelé por la derecha a pierna cambiada. En otros, haría descansar a Coutinho para meter allí al negrito, que debe ir puliendo sus lagunas, pero debe jugar bastantes, porque es el hombre bala de la plantilla. Lo de Arturo Vidal, lo avisé, es más complicao. Un tipo que es cacique de sus equipos desde infantiles, no se va a callar como Paulinho al ser tratado como plato de segunda mesa, y menos si se es tan torpón como para sacarle en el minuto 85. Es una bomba de relojería, y la única manera de acoplarle es sacarle partidos completos por Rakitic o Busquets. Es lo que hay. Lo demás será un parche que puede dinamitar el vestuario. Esa es la razón por la que el cobardica de Valverde pretendía relegar a Arthur a la ostración. Menos mal que Messi, siempre Messi, ha impedido ese delito de lesa estupidez... Porque con Arthur, habemus Barça.