2013 AÑO CUMBRE DEL BARÇA Y DE MESSI… Y NO ES BROMA

Sí sí. Habéis leído bien. No me ha dao ningún ataque de roncerismo en versión culé. Todo lo contrario. Lo fácil es fardar del sextete, de Wembley o de Tokyo. Sacar a colación el 2-6, la manita en la cara a Mou, o los 4 Balones de Oro de Leo…etc. Pero resulta que en el fútbol, como en la vida, lo que más mérito tiene es lo que uno consigue a pesar de obstáculos que tumbarían a cualquier mortal. Y con la que ha caído, mantener el prestigio mundial en lo más alto, y ser líderes en Liga desde Año Nuevo hasta Nochevieja de 2013, ha sido la rehostia. Veamos a lo que se ha hecho frente.

Guardiola manejó a un Messi con mentalidad infantil

La salida de Josep Guardiola, posiblemente el mejor entrenador de la historia del fútbol, dejaba un panorama inquietante. La altura intelectual, moral y profesional de Pep es incuestionable, y lo está corroborando en el Bayern a pesar de tanto mamonazo que dudaba de ello. Cuando un tipo así deja un colectivo tras firmar los cuatro años más esplendorosos de la historia de este deporte, tiembla el misterio. Y más cuando era el único chaleco antibalas entre Laporta y Sandro. Pero la jugada de éste pasando el testigo a Tito Vilanova fue maestra, aunque los de siempre la vistieran de “traición a Guardiola”, estrategia de Rosell para meterse donde no le dejaban antes…etc.

Cuando Tito, a pesar de críticas y odiosas comparaciones, iba manejando la cosa en cifras récord, llegó la noticia de su cáncer, que unida al tema de Abidal, dejaba una sensación de orfandad y de mala suerte aterradora en un equipo que, además, ya no era el de amiguetes que pilló y cultivó Guardiola, sino de estrellas mundiales comandadas por un Leo Messi que ya se había hecho adulto a base de hostias recibidas en Argentina, repartidas por otra masa de bobos que, ahora sí, ya parece que se han caído del guindo.

Messi se lesionó en París

La falta de un comandante con mando en plaza se sobrellevó con autogestión, compromiso, y siempre con la zurda salvadora de un Messi que cada día está más lejos del resto, por más gilipolleces que os cuenten. Pero llegó París, y el destino clavó una puñalada en el muslo de Leo que, agravada horriblemente por su épica presencia en el partido de vuelta ante el PSG, dejó al Barça herido grave. El árbitro en la ida ante el Bayern, la lesión también en París de un Mascherano vital, la presencia de gente tocada como Xavi o Iniesta, y la mala temporada de Alexis y Pedro, dieron el finiquito en Champions al Barça. Por primera vez en muchos, muchos años, el Barcelona era eliminado merecidamente por un equipo, aunque diezmado por lesiones y por el árbitro en Münich.

Pues bien, con todo ese potaje de despedidas, incertidumbres, e infortunios para asustar a cualquiera, se hizo un cocido de 100 puntos en Liga. Acojonante. Y un Messi ya tendente a dosificarse muchos partidos, no batió su record de 50 goles en Liga sólo por sus lesiones.

Esto es lo más meritorio del lustro

Por si fuera poco, Rosell, en una decisión que, desde fuera, me parece impresentable, no renovó a Abidal, que para más INRI sigue siendo el mejor central zurdo del mundo, algo de lo que el Barça carece. Otro bajón de calidad atrás terrible, y a la vez otro mazazo moral tremendo al que, para colmo, se unió la recaída de Tito… Casi nada. Habría que otorgar el Trofeo al Hijoputa del Siglo a quien quiera que sea que va haciendo una especie de vudú en este equipo de leyenda. Y esa maldición ha herido al Barça en esta temporada en la persona del mejor del mundo: Messi, con puyazos en ese bíceps femoral del que pende mucho más de lo que tanto espabilao percibe.

Desde aquí, en estos inicios del 2014, me descubro ante un equipo que ya sé que alcanzó la cima de su gloria en Tokyo, pero que ahora, contra viento y marea, liderado como grupo por un Tata Martino que parece atesorar más solvencia intelectual que táctica, y a base de la fantasía de Neymar y de las aportaciones extra de jugadores que parecían en caída libre como Alexis o Pedro, ha sabido mantenerse arriba contra todas las desgracias, a pesar de tener enfrente a una Mafia mediática sin precedentes al servicio de un Real Madrid al que, como cada año, le han regalado no menos de 8 puntos en lo que va de Liga, y espacios mil en prensa, radio y TV, para colocarlo internacionalmente en un lugar en el que no está desde que Relaño llevaba chupete. Y Alfredito lo sabe mejor que vosotros y que yo, que es de los que hizo la mili con lanza...

Esa misma MAFIA que parece haber trincado el Balón de Oro (espero que sí porque de lo contrario puedo acabar en urgencias por ataque de risa irrefrenable), para un Cristiano Ronaldo ganador del Teresa Herrera y del Trofeo Bernabéu, amén de ese nuevo premio inventado por Blatter al “Mejor de la repesca para el Mundial”, como desagravio a su estupidez en la famosa parodia. Y por todo eso me descubro, de nuevo, ante Leo Messi, ese milagro de la naturaleza que ha estado calladito, recuperándose de sus lesiones, mientras el gallito de Madeira presumía de no se sabe qué ante tanta fellatio virtual de Manolos y Marqueses, de Pedreroles y Carlos Martínez… y así toda esa fauna de gentecilla en renta. A todos ellos, les recomiendo vean y escuchen una ínfima parte de lo que el mejor futbolista de la historia sabe hacer, y lo que ello despierta en quienes saben un poquito de esto.

Messi...Maradona cada tres días