PELIGRO: ¡MESSI SE HACE ADULTO!

Estoy leyendo mucho artículo crítico con el juego del Barcelona. He de reconocer que no vi el partido de Pamplona, y que el de ayer lo vi grabado, pasándolo a cámara rápida. Pero sin embargo vi brillante al Barça ante la Real, ante el Madrid en 150 de los 180 minutos de la Supercopa, ante el Getafe, y en tramos del día del Valencia, Spartak y también del encuentro ante el Granada. Porque ante esas murallas de 8 tipos en el área que pone todo quisqui ante los azulgrana, hubo auténticas obras de orfebrería en jugadas a primer toque entre bosques de piernas, ocasiones a barullo para golear, y un tal Toño que, por los pelos, no consiguió emular al Varas del año pasado. Y de ahí al Apocalipsis hay un trecho, porque lo normal es que Leo se hubiera ido con otros tres golitos a duchar, y entonces los profetas del fin del mundo se hubieran tapao.

Por tanto, la única conclusión que puedo sacar es que el equipo está irregular ante tanta rotación, acusando bajas importantes, y sufriendo el que gente como Busquets, Messi, Mascherano, Alves o Villa estén a bastante trecho de su forma habitual. Porque este Barça de verano se estaba sosteniendo en las dobles parejas Piqué-Puyol + Iniesta-Xavi, y por supuesto en los goles de ese Messi que, al 50%, sigue siendo el nº 1. En el momento que las lesiones o rotaciones han roto esas dúplex, se ha sufrido más de la cuenta. Y yo tengo bastante claro porqué. Veamos:

• Porque sin Piqué el balón no sale igual de atrás, mandamiento nº 1 del buen juego, y por eso no puedo criticar a Tito por meter a Song, ¿o acaso no se la jugó Pep con Touré en Roma y con  Masche en Londres? Ocurre que el Jefecito ha venido muy bajo de tono, y que Song acaba de aterrizar en la defensa más arriesgada del mundo, y no pinta mal el chaval. Nos mosquea algún pelotazo de Víctor, pero lo achaco a que no quiere meter a Song en líos aún. 
• Porque el mediocampo está mermado por la rotaciones y el bajón de Busquets. Además Tito apuesta por Cesc, que tiene clase por arrobas, pero que ya quedó demostrado con Pep que supone reducir mucho la recuperación de balones en el pressing del equipo. Es un riesgo y punto. Tito se la juega por un tipo talentoso, y no seré yo quien haga sangre de ello ahora.
• Porque la baja de Iniesta deja solo ante el peligro a Leo a la hora de franquear muros, a pesar de la chispa gratificante de Pedro o Tello, y la cosa se complica. ¿O no lo vivimos ante el Inter de Mou en la vuelta, sin Iniesta, y con Henry en el banco? Si además se sale al campo sin Xavi, pues lo normal es que se pierda ritmo de balón y fluidez.
• Y finalmente, porque Lionel Messi se está hinchando a marcar goles, pero no está a su nivel, y esa ha sido la mayor baza de este Barça subido a los cielos, aunque mucho pavo no se haya enterao. Y me voy a parar en el marciano argentino, que merece punto y aparte.

Quien me lee sabe que para mí, sin duda, Lionel Messi es ya el mejor jugador de la Historia. Y lo es a sus 25 añitos de edad, porque ni ha habido, ni creo que vuelva a haber, un jugador capaz siquiera de aproximarse a Leo en la cuantía de jugadas imposibles que nos ha regalado estos años. No es humano, y de ahí el bochorno ajeno que produce tanto bobo merengue enfundado en la bandera patria pretendiendo que “un español” (Xavi, Iniesta y hasta Iker), que llevan varios años contemplando los milagros que hace el argentino, osen creerse mejores que Messi, con el objetivo de evitar el 4º Balón de Oro. Claro que luego llega la empanada mental y la consiguiente lista de espera láctea para el frenopático. Porque te dan la barrila con la “Messidependencia”, pero a la vez dicen que sin Xavi e Iniesta, Messi no sería nada… ¿Pero en qué quedamos? ¿Son tontos o los han parido a volteretas?

Dicho esto, debo expresar mi preocupación porque empiezo a ver a Messi como un adulto, y de ser cierto, podría ser trágico. Porque hasta ahora, la clave absoluta del reinado de Messi ha sido seguir anclado en la niñez, ser el Peter Pan del fútbol mundial, negándose a crecer para seguir disfrutando. Un niño humilde, que llegó al primer equipo idolatrando a uno de los más grandes que haya habido ni habrá, Ronaldinho, lo cual le vino fenomenal para sentirse en segundo plano y aspirar a mejorar cada día. El mismo niño al que Guardiola mimó para que, desde su sencillez, se creyera lo que ya es, pero sin perder la sonrisa y el compañerismo. La muestra de todo ello se vio en su segundo Balón de Oro, por el que casi tuvo que pedir disculpas, pues la prensa empujaba para dárselo a Iniesta por el gol de  Ciudad del Cabo, tras haberse pegado ¾ de temporada lesionado… Esa misma temporada en la que Leo marcó tropecientos goles y deslumbró al mundo en partidos como el de los 4 goles al Arsenal. ¡Pues ni aun así Leo se esperaba ese trofeo!… Cosas de niños.

Sin embargo, ya van varios detalles que me hacen ver que Leo se nos vuelve hombre… ¡Vaya putada! Serán cosas de la vida, la novia, el ser futuro papá, el haberse metido en el bolsillo a la Argentina toda, la temporada pasada sin pescar Liga ni Champions, la marcha de Guardiola… ¡Yo qué sé! Y no lo digo solo por gestos que van contra su imagen, como la bronca a Villa ayer, que es carnaza para la merengada. Tengo desde mitad de la segunda vuelta del año pasado la extraña, y quizás errónea sensación, de que nuestro Leo ha decidido “ser mayor”, o sea, correr cuando le salga del nardo, andar si le peta, chupar balón si le apetece, exigir que se la den si la pide, anclarse en sitios del campo a ratos donde no puede influir cuando el partido está muy cerrado, cabrearse si la alineación no le cuadra, e incluso, para colmo, afear estruendosamente a compañeros cualquier fallo que le afecte… No me gusta como caza la perrita. 

Que nadie se equivoque. No trato de hacerle una crítica terrible, ni mucho menos, pues el fútbol está y siempre estará en deuda con él. ¡Sólo faltaría que nos tiremos a su yugular a las primeras de cambio por un mal gesto que además parece solventado con el Guaje! Simplemente trato de reflexionar sobre algo que, si no vuelve a su ser, acabará con el esplendor del Barça… o con Messi fuera del club. Y para curar algo, se necesita antes un diagnóstico. Veamos el historial del paciente:

Messi pasó, con Guardiola, de estar a la sombra de Ronnie, a tener que liderar el ataque del Barça ¡desde el extremo derecho! Es un jugador tan bestial que salvó partidos a espuertas jugando de siete, con sus diagonales y slaloms sin igual. Pero al menos tenía un Henry y un Eto’o que acojonaban a cualquiera. Y, para certificar su procedencia sideral, cambió la historia del fútbol cuando Pep lo puso de falso nueve el día del 2-6 en el Bernabéu. Hay un antes y un después de aquello, pues si como delantero ya era el no va más, su participación en la construcción del juego convirtió al mediocampo blaugrana en el mejor de todos los tiempos, y esa temporada llegó el Sextete.

A partir de ahí, comienzan a echarle piedras en la mochila. Al año siguiente se fue Eto’o, y vino Ibra, craso error de Pep fichando a un narciso de hielo. Y encima un par de jugadores, tras el Sextete, se tomaron el año a medio gas (Márquez y Henry). Aun así, Leo siguió batiendo records y decidiendo partidos, marcando y asistiendo, y se llevó el Balón de Oro. Y solamente Benquerença impidió otro año de ensueño premiando la zafiedad e Mou.  

Pasamos de año, se fue Ibra y vino Villa, que estuvo bien, pero sin tirar cohetes, y por eso fue importante el año de Pedrito. Aun así, el descenso de talento desde Eto’o-Henry a Villa-Pedro es muy fuerte, y solo la escalada de Leo hacia la estratosfera permitió culminar el año en Wembley y en Tokyo, ante un planeta rendido al Barça que él ha convertido en oro, con la ayuda de Xavi e Iniesta, jugadores maravillosos, pero mucho más tendentes a lesionarse que el argentino, y mucho menos decisivos ante puerta.

Y el año pasado le trajeron a dos jugadores: Un Cesc aún descolocado, y un Alexis tendente al paro facultativo y, lo que es peor, sin desborde… ¡Y Pedro y Villa lesionados casi toda la temporada! Aun así, Messi batió todas las marcas registradas. Pero no fue suficiente para tumbar a la Mafia en Liga, ni para anular la “magia negra” de los parientes africanos de Drogba, única explicación posible a la eliminación ante el Chelsea.

Y entonces me pregunto yo. ¿Cuánto peso más puede soportar la espalda de un Lionel Messi que lo juega TODO?  Sabemos que Xavi e Iniesta dan la talla siempre... cuando están. Pero ahora que el mundo entero juega encerrado en su área ante el Barça, le exigen a él que resuelva siempre, que aparezca cada 3 minutos, sin nadie al lado que sea capaz de dejar dos tíos sentaos salvo Andrés. Y eso, para un niño, es muy jodido. Por eso me temo que Peter Pan Messi ha volado. Su zurda sigue ahí, pero su mente es otra, porque le han  obligado a crecer. Solo el futuro nos dirá si este Leo adulto, que seguirá siendo el mejor de largo, será capaz de regalar la magia y la alegría que le han hecho elevarse por encima de Cruyff, Maradona y Pelé… Porque si empieza a actuar en plan “Prima Donna”, entonces tiene la batalla perdida con esos tres… y por goleada. Házme caso Leo, vuelve a tus esencias...¿Para qué crecer?  

P.D. Otros artículos sobre Messi:

Peter Pan en Wembley 

Leña a Messi, que es de goma 

Carta a Leo Messi 

La Roja, Argentina y Messi..." 

"Xavi, Iniesta y Messi, el Balón de Nunca Jamás"