EL MADRIDISMO FANÁTICO BRINDA POR MOU: LA MISERIA DEPORTIVA

Ayer asistimos a lo que cualquiera que sepa de esto sabe: ese complejo con patas que es Mou no puede ni aspirar a limpiarle los zapatos a Tito Vilanova como entrenador ni aunque los dioses le premien con 25 rencarnaciones. Y eso demuestra que el madridismo actual, en buena parte, es la prueba sociológica irrefutable de que los medios de comunicación, debidamente “lubricados”, ya no es que sean capaces de hacer comer una auténtica mierda a una masa de gente muy numerosa, sino que consiguen que parte de esa gente incluso brinde por la boñiga que les acaban de endilgar.

En política ya nos sabemos el cuento. Pero es que esto ocurre también en algo tan lúdico como el deporte, cuyo único fin debiera ser el disfrute de unos aficionados que, con cuarto y mitad de personalidad, nunca deberían aceptar un espécimen como Mourinho, capaz de fumigarse en un trienio muchos cientos de millones de presupuesto de su club, agrediendo al espectáculo, a la educación y al fair play.

Ni ha tenido ni tendrá jamás el Madrid un entrenador como este patán, capaz de reducir a su equipo a la “nada con sifón” en cualquier partido de mediana repercusión internacional. Va por su tercer año y no hay ni un puñetero partido trascendente internacionalmente, ni uno, en el que su equipo haya dejado el césped habiendo incrementado su prestigio de forma medianamente relevante. Más bien al contrario, Mou sigue sin ruborizarse al aplicar esa vileza táctica por la que un equipo que dilapida semejante pastón, renuncia al balón como no lo haría ni el equipo C del Castilla...¡Y cobra 2.000 millones de pelas limpios al año el gañán! 

Y le da igual jugar con su Chelsea, su Inter o su Madrid. Y que sea contra el Barça o contra el Bayern.  Y le da lo mismo que, para evitar goleadas de libro en contra que se merece una y otra vez a golpe de miseria futbolística, se le aparezca la Virgen de sus desamparados jugadores, en forma de goles raros que solamente el azar pone a su favor, que no tienen que ver con el ridículo correr tras el balón al que somete a los suyos. O que tengamos que sufrir a arbitrillos de cámara como Benquerença, Mateu Lahoz, Undiano, Muñiz, Clos, o la madre que los parió a todos, para rescatar del barro a este tipo, que es sello de garantía de zafiedad y de inferioridad ruborizante, por mucha pasta que le pongan a disposición.  

Ojo, que al tratarse de un idilio falso, alimentado por tanto medio mafioso, ocurre que mucho aficionado merengue pita a su equipo en muchos partidos en feudo propio, porque en el fondo animan a un equipo del que están hasta los huevos, por ese juego sin personalidad ni estilo, anclado ya en la nadería crónica de la “pegada” como excusa. Y en el fondo, ni les pone la inversión de casi 100 kilos en un tirafaltas a un interés medio del 1% de aciertos, ni la fría intermitencia de tipos, estos si, de clase, como Benzema u Ozil, ni se acaban de plegar a la casta vía arreones de Di María o Higuaín, que pa eso ya estaba Raúl de sus entretelas. Y todo eso, unido al complejo de inferioridad que asume ese infausto luso ante el eterno rival, les pone del hígado, aunque luego encuentren sonrojante refugio en toda esa pléyade de merengones sin una mínima vergüenza que han sido desparramados por radios, prensa y TV deportiva de España, como una plaga de moscas negras, en este caso blancas, dispuestas a difamar lo excelso a cambio de mentir a tanto fanático sin opinión propia.

Ayer volvimos a ver otro baile más, nada nuevo. La resignación del fans merengón es de órdago porque el Barça, esté o no a tope,  mueve siempre la bola como los ángeles ante un Madrid que, con su insignificante 25% de posesión, sacude y sacude, sabedor de que la sangre tarjetera no llegará al río. Y sabedor de que a Ramos le van a perdonar un par de penaltis por partido, aunque Alexis ayude exagerando las caídas de forma innecesariamente ridícula… Pero es igual, el año pasado el que se los hizo fue Pepe, y el propio Ramos le agredió con los tacos a la rodilla en Liga y en Copa en medio campo, sin balón por medio…gratis total. Eso si, los madridistas que padecen un tumor llamado “roncerinoma” o “sironoma”, esperan con impaciencia las entradas de Pepe o Ramos, los regalos arbitrales, o los goles de churro, como alimento diario para sus pocas neuronas funcionales. Incluso llegan al orgasmo cuando Mou, en vez de seguir avergonzado y escondido en el banquillo tras cada clásico, sale a las ruedas de prensa y, con dos cojones, le echa la culpa a lo que sea con tal de no pedir disculpas por ser el caradura más caro de todos los tiempos.  

Parida de Valdés

La crónica de cada clásico, mientras entrene Mourinho, es y será indefectiblemente la misma, entrene al Barça Tito, Guardiola, o las tías abuelas de ambos: un equipo menor buscando el fallo, la churricontra palomera, y sobre todo el balón parado, como remota posibilidad de no ser humillados… Ya se retrató Casillas en el túnel de salida al Camp Nou gritando a sus compañeros en uno de los clásicos: ¡Venga joder, una falta, un córner, un rechace, lo que sea, vamos!... Pero ni aun así. Es que ganaron en Liga 1-2 en una contra absolutamente aislada tras un festival de pelotazos que ni la Real de Maguregui se atrevió a dar jamás, ¡y los payasos de las tertulias los auparon al caballo de una excelencia que no huelen desde tiempos inmemoriales! Y eso que el de Liga fue el único gol “normal” en jugada que le han metido al Barça en no sé cuántos clásicos. Porque hay que joderse con los regalos de Valdés, Piqué, rebotes de córner y demás alardes de potra. 

Eso si, el capullo de CR7 carece de sentido del ridículo y no es consciente de su nimiedad. Este monumento a la ordinariez, al que no le rescatas un gol de superclase ni aunque pongas a un equipo de investigación a buscarlo, se cree el rey del mambo por meter un gol en un córner, en un rebote, o en una contra. Pobrecillo, nadie le ha confesado la verdad evidente: vale más un tobillo de Iniesta (impresionante ayer), o la uña del dedo currín de Messi (sigue siendo el nº 1 a muchas galaxias del siguiente), o medio giro sobre sí mismo de Xavi (diapasón legendario del fútbol mundial), que toda la carrera que haga y hará este narciso sin talento que no se entera ni de qué va la fiesta por muchos minutos que le den. ¡Pero si no llega ni a los cordones de la bota a Di María, Ozil o Benzema!, ¿cómo coño puede estar en quiniela alguna de nada que tenga que ver con la clase y el talento en el fútbol? 

Ayer lo lógico hubiera sido otra manita más, porque por mucho lameculos a sueldo eructando bobadas, el abismo entre Barça y Madrid es cada vez mayor. Solo la inconcebible imprecisión del mejor jugador de todos los tiempos fallando tres goles cantados, evitó el tatuaje en la jeta de Mou de otro marcador acorde a su requetedemostrada incapacidad para enfrentarse al Barça. Pero tranquilos todos. Espero que ocurra en el momento más trascendente de la temporada, ante televidentes del planeta entero, para ver si ese dios que protege el deporte como tal, nos regala otro resultado acorde a la danza a la que el Real Madrid es sometido una y otra vez por unos genios irrepetibles paridos en la Masía. 

Si señor. Seamos optimistas y confiemos en la justicia divina en el fútbol, ya que en la justicia arbitral, como en la emponzoñada por la política, ya veis el panorama. Yo me he propuesto ver la botella medio llena, y por eso me da que este malandrín de Mou y toda esa “mass media” que, a cambio de un dinero que habría que ver de dónde cojones procede, pone el culo para venderle como si fuera un genio, están cada vez más cerquita de sufrir el Revolcón Definitivo, el que quedará plasmado para siempre de forma tan bestial, que se convertirá en la más estrepitosa Patada en el Culo al Bluff más enorme con carnet de entrenador que el fútbol mundial haya tenido que padecer jamás.

  

Y es que va tanto el cántaro a la fuente, que no dudo de que, tras un partido tan típico como como el de ayer, caerá un 6-0 o 7-1. Y cuando eso ocurra, será un espectáculo ver a esos Pedreroles, Duros, Marqueses, Ronceros, Siros,  Estevas, Relaños, Caridades… y tantas decenas de cerebros prostituidos y afectados de indecencia profesional y personal, escondiéndose por los vomitorios del Bernabéu, pidiendo un puestecito donde vegetar, tipo Alcaide o Carbajosa… 

…Aunque veremos a quién se lo tienen que pedir, ya que, aparte de la ruina segura de un club basado solo en comprar jugadores a crédito, la Patada será de tal calibre que, con el mismo número de zapato, abarcará el culo del gran culpable de esta orgía de millones, atentados al fútbol, y vilezas mediáticas… Si, si, ese que volverá a salir de espantada cuando sus jefes, como la otra vez, le enseñen la puerta se salida… Pero esta vez para no volver.