BRONCA AL BARCELONISMO ACOJONAO

A lo mejor es que yo soy aragonés y no catalán. O quizás es que, por edad, entro en el “Play Off” que nos depara la vida a partir de los 50, y eso me hace tener una perspectiva más amplia de lo vivido. El caso es que el sempiterno pesimismo culé ya no tiene explicación para mí. Me cansa y hasta me indigna.

Aunque el Barça haya hecho un mal partido, de los menos controlados que le recuerdo en Champions en casa en mucho tiempo. Aunque un arbitraje caserillo le ha echado una mano, ¡por fin!, con ese 2º penalti a favor que no se suele pitar. Aunque eso sirva para que la clack mafio-merengue hable de “robo” cuando la eliminatoria debió quedar sentenciada en Milán y no haya color entre ambos equipos. Aunque me cabree con Guardiola por insistir en colocar a Cesc a la vez que a Xavi (a medio gas), Iniesta y Messi, lo que genera un desequilibrio del que nadie tenía ni noticia desde hace bastantes años. Y aunque ya anuncié que tanta carrerita de 50 metros de Piqué el otro día contra el Athletic era un riesgo tonto de lesión muscular (hoy solo ha podido hacer una, y adiós). Pues bien, a pesar de este partido tan inferior respecto a las habituales exhibiciones que nos regala un equipo que podría llamarse el “Barça Globetrotters”, resulta que el Barça ha tenido un 70% de posesión, el Milán no ha tirado a puerta, y se han fallado 2 o 3 goles cantados…Y además, cuando hay peligro, tiene un “amo de llaves” que domina todas las puertas del campo: Mascherano: IMPRESIONANTE. Total, lo que ya es un hecho histórico: ¡Quinto añito seguido a Semis!  

Yo creo que ya vale señores. Arrojen ustedes al Mediterráneo ese puto complejo de fatalidad que se transmite de papás a nenes. Reflexionen y piensen que, en estos últimos 22 años, hemos hecho todos los amantes del deporte rey, con ustedes, un viajecito que partió de un hermoso lugar llamado “Dream Team” y que, con escala en la “Ronaldinho Station”, nos ha llevado hasta este “Equipo de Nunca Jamás”, irrepetible, que viene a ser como un AVE que, pilotado por Guardiola, despega del suelo vía Xavi e Iniesta, para llegar hasta la inmortalidad, guiado por  la magia de ese “Milagro con Botas” que es Leo Messi.

¿En qué coño están pensando todos esos cenizos que se temen lo peor a cada pasito del camino? ¿A qué viene tanta ñoñez a poquito que se juegue regular medio partido, que el portero contrario lo saque todo o que se tuerza un resultado? ¡La madre que os parió a todos! ¿Pero es que no sois conscientes de lo que estáis viviendo? 

En eso os dan mil vueltas los merengues. No les importa ni un centavo de maravedí que se les golee y se les baile en el 70% de clásicos, ni que el mundo les ignore ante la Dictadura del Arte del Barça…Ellos se sienten favoritos, mejores, y p’alante, que si se vuelven a quedar a dos velas, aparecerá Florentino con su Champions de Verano, esa que entregan el Marca, Prisa e Intereconomía cada pretemporada a quién llena más el campo en la presentación de un fichaje.

Yo soy el primero que se queja, es más, no sé si habrá alguien en algún medio escrito, hablado o televisado que levante su voz más alta y con más claridad que yo…Pero si lo hago no es por esa insoportable falta de fe de buena parte del barcelonismo catalán, sino porque soy alérgico a las trampas desde niño, y conmigo no habrá forma de silenciar lo que considero un horripilante plan financiero-mediático para hacer descarrillar este trenecito de las ilusiones que es el Barça. Yo me rebelo contra esa cuadrilla de hijos de la gran puta que son capaces de dedicar un programa entero a ver si un penalti a favor del Barça está mal pitado en un día histórico para el Barça (6 años de 7 en semis) y para Messi (50 goles en Champions y record),¡y en un partido precedido de un atraco en Milán!

Y sabed, barcelonistas con dodotis mental, que me estáis defraudando sobremanera amigos, porque sois como esos insoportables críos que reciben 14 regalos de los Reyes Magos, o peor aún, de ese Papá Nöel de importación, y no les hacen ni puto caso una vez puesto el salón perdido de papeles, cajas y tarjetas dedicatorias. ¡Enteraos bien cojones! Este Barcelona hace años que, en un partido normalito, nos regala una media de 4-5 jugadas que antes solo se veían, como mucho, cada 15 o 20 partidos. Tal cual. Ya no te cuanto en un partido “cumbre” como los sufridos en Barcelona por todos los grandes de Europa estos años de Champions, o los clásicos de las goleadas al Madrid, o las finales de Roma, Wembley o Tokyo. Porque en cada uno de esos partidos, y en otros muchos, hemos asistido a más jugadas calificables como memorables que en los 380 partidos de cualquier Liga enterita.

No existe, y desgraciadamente dudo que vuelva existir, ni un solo equipo que soporte la comparación con el juego de este Barça de Guardiola. Que no os vendan milongas con Brasiles, Milanes ni Naranjas Mecánicas. El único Brasil arrasador de verdad que yo vi fue el de México 70, y la velocidad del juego entonces era un chiste al lado de la de ahora. Y yo no dormía por ver a Pelé en la tele, pues los partidos eran de madrugada…Y Pelé hizo menos jugadas de crack en todo el mundial 70 que Messi en medio tiempo de cualquiera de sus docenas de partidos memorables.

El Ajax, con Rinus Michels y Cruyff, revolucionó el fútbol en los 70. Son los papás de todo esto que vivimos ahora, y multiplicaron las rpm tanto del balón como de los futbolistas. Pero aunque te veas 25 veces repetido el mundial de Alemania, no verás nada comparable a lo que dibuja el Barça en una baldosa.

Y con el Milán de Sachi verás una apisonadora táctica en la que Baresi marcaba tu línea en la raya central, Donadoni se quedaba con la pelota (tipo Xavi pero más porteador de balón), y los holandeses Rijkard y Gullit te empotraban contra la portería hasta que te mataba ese finísimo estilista del área que era Van Basten. Pero a Van Basten le pasaba como a su maestro, aun sin llegar a su nivel. En efecto Johann  Cruyff era el “rien ne va plus” como jugador mientras se mantuvo en “modo on” (hasta el 75-76 más o menos), y sin duda estará en el Olimpo forever. Pero nunca tuvo ese “toque mágico” que el fútbol parece reservar a los jugadores de sangre latinoamericana…Ese toque que solo hemos visto en los Pelé, Maradona, Mágico González, Romario, Ronaldo Nazario, Ronaldinho o Messi…¡Coño, todos nacidos al sur de Río Grande! Es ese toquecito que lo mismo vale para un regate que para un amago, para una carrera con la bola cosida al pie que para un frenazo en seco…Es ese toque que alcanza la culminación en cada uno de esos goles que hacen llevarse las manos a la cabeza hasta a sus propios compañeros.   

Pues bien amigos, Lionel Messi, con 24 añitos, ha hecho ya más maravillas con una pelotita en sus pies, que toda esa nómina de dioses en sus respectivas carreras. Y no creo que haya habido nadie más predispuesto que este escribiente para adorar cualquier detallito Cruyff cuando llegó al Barça en el 74. Mi militancia blaugrana comienza en su primer partido en la Romareda…Y ya ha llovido. Pues bien, la media de jugadas de mi Johann acordes a su clase será de una centésima parte del “average” actual de Messi. 

Ni te cuento mi ilusión por ver a Maradona en el 82, o en el Barça, e incluso en el Nápoles en Copa de Europa jugando en un Bernabéu clausurado…Te clavabas partidos enteritos del pibe y te ibas a casa contento como unas castañuelas porque le habías visto hacer un “partidazo”, que equivalía a un máximo de dos o tres regates cojonudos, un par de pases y un gol de falta…Y había otros muchos partidos donde nada de nada, como Curro Romero. Y salvo en Méjico, donde Dieguito se ganó el puesto que ocupa en la historia, Maradona jamás hizo ni la mitad de “jugadas milagro” que acarrea Messi en su breve pero intensa carrera.

Es por todo eso que un tipo como yo, de la tierra del Cierzo, nos está dispuesto a aguantar vientos de escepticismo en una hinchada que asiste cada día a una Sinfonía de la mejor Orquesta de todos los tiempos, con un Solista dueño de partituras imposibles de reproducir.

Mientras tanto, como ejemplo contrario, a 600 kms todo es euforia a pesar de la sequía de títulos y de espectáculo. Se conforman con la mortadela de una jugadita de vez en cuando del Benzema o del Ozil de turno, gente de mucha clase que peca de una fría irregularidad que ya hemos experimentado  sobradamente en los Giovanni, Kluivert o Ibraimovich de turno, todos ellos superclases de hielo que terminan enfriando el ambiente. Y tampoco se les soluciona la cosa con 500 portadas del Marca para su Cristiano, ahora alias “Jamoncito Pum”, que mete uno de sus misiles tras 300 tiros fuera del estadio, y lo celebran como el Santo Advenimiento de un Di Stéfano redivivo...¡Para descojonarse!

Así que, señores barcelonistas catalanes de mirada triste, se gane todo o nada, la próxima vez que oiga o lea a alguien dudar de este Barcelona o de Messi, capitanearé una cruzada que permita al Reino de Aragón recuperar esas hermosas tierras con el único objetivo de educar a los niños en un nuevo idioma: “El Optimismo Justificado”, que es el único en el que se puede entender este juego que solo veremos unos añitos más… Y como nuestros ejércitos de gente consciente de lo que está viviendo son muchísimo más numerosos que los de Vdes., por muy repletos de cenizos que estén, pues tomaremos esa especie de Castillo de Disney que es el Camp Nou para el mundo del Fútbol…Y entonces lo de su “inmersión lingüística” va a ser una cafetera rusa al lado de la nuestra…

¿Estamos?