Estuve en Sevilla viendo la Final. Sensacional ambiente. Los españoles de bien, al sonar el himno de España, pusimos en su sitio a toda esa excrecencia indepe que se empeña en mostrar su analfabetismo cultural y su grosera falta de educación. Nunca un intento de abucheo fue más ridiculizado. Y eso es gratificante vivirlo en directo para ese 98% de barcelonistas que hay en el mundo, a los que nos avergüenza esta época de golpismo "nazionanista" consentido por esa progresía a medio camino entre la indignidad moral y el pasotismo más obsceno.
Pero lo que me llevó a Híspalis no fue la política, sino la ilusión por un triplete, que viendo el estado de gracia de Messi, estaba muy viva cuando compramos las entradas hace mes y pico. Sin embargo, tras los escupitajos hacia arriba de Valverde en las alineaciones ante el Liverpool, uno pensaba que al estar lesionados Suárez y Dembelé, a este hombre no le quedaría otra que sacar a Malcolm, al no existir siquiera un Alcacer al que calzarle las botas. Y hete aquí que me entero poco antes del partido de que el F.C. Barcelona ¡¡¡sale a jugar una Final sin delanteros!!!, y que esta especie de francotirador contra la lógica y la vitrina, cuando parecía imposible empeorar lo de Anfield, resulta que se estaba superando en su faceta barroca de insultar al sentido común y al concepto de "alineador", que es lo único en lo que un entrenador decente no puede fallar estrepitosamente. Y realmente me dieron ganas de no entrar al estadio.
Y es que si algo no se puede consentir es la perseverancia en el error. Si tu ves que Klopp te ha pintao la cara en Barcelona, no se lo dejas a huevos repitiendo estupidez en su casa. Y ya que has caído tan bajo, tu obligación, que para eso ganas una pasta gansa, es no volver a capar al equipo en ninguna de sus facetas. Pues no señores. Llega esta especie de maldición humana, y decide una especie de "cambius interruptus", que consiste en lo siguiente:
- Voy a poner a Semedo, pero le meto delante a Sergi Roberto sin obligarle a cubrir las subidas del moreno, que además se va a tener que enfrentar, él solito, a un equipo de Marcelino, replegao a tope.... Y además, cuando nos metan un gol porque mi querido Sergi Roberto no le releva, pues quito al negrito, y dejo en el campo a mi amor, aunque tiene de defensa lo mismo que yo de cirujano cardiovascular.
- Voy a poner a Arthur, pero al no sacar un puto delantero, lo va a tener en chino, porque el atasco con Sergi, Rakitic, Busquets y Coutinho va a ser cósmico. Además, va a ser el primer cambio sí o sí, aunque pierda la tercera parte de balones que Busquets o Coutinho, porque por mis webs este tipo no se debe sentir titular, que en Wembley ante el Tottenham y en los clásicos ya me dio disgustos importantes destacando demasiao.
- Voy a jugar con diez, o sea, juega Coutinho. Me da igual que no desborde nunca como delantero, ni maneje el juego jamás como media punta. Los brasileros que van al banco son otros. Y si tengo que provocar la foto de un Barça sin delanteros a pesar de jugar contra un equipo encerrao, pues así de chulo soy yo, aunque los que salgan, Messi aparte, no sean aptos para driblar y hacer pupa a los defensas rivales.
- Cuando se vea que estoy haciendo la puta risa y regale otra vez una hora de partido, pues que lo solucione Messi si puede. Y ya.
Ernesto Valverde es el responsable de este sindios. Y casi sería peor si, como dicen, Messi es su torpe cómplice (no entiendo su defensa de este hombre pues le cuesta títulos a mansalva), pues eso sería una confirmación de que estamos ante un zote sin personalidad. Y lo que peor llevo es que nadie lo ha tenido más a huevos. El año pasado le tocó ¡la Roma!, y dejó que Dembelé viera desde el banco la debacle ante un equipillo de medio pelo. Este año le sonó la flauta en los sorteos, y le sonó Messi en la ida ante el Liverpool, ¡pero se dejó remontar ante un equipo sin Salah ni Firmino! No se las ponían igual ni a Felipe II. Pero le da lo mismo. Ha llegao a un nivel de excelencia en el despropósito muy difícil de superar. ¿Será para que lo echen?
Lo he dicho mil veces. Un entrenador, salvo muy raras excepciones, no es ni un 20% de influyente en los éxitos... Ni en los fracasos si no comete tropelías groseras. Y a este ya no le quedan más por perpetrar. Ha terminao con el catálogo. Ha mancillado el prestigio internacional del Barça como nadie. Ha desaprovechado al mejor Messi en Champions y en esta Final de Copa como quien ni quiere la cosa. ¡Hay que ser terriblemente torpe para torpedear a un equipo con el mejor Leo! Y para eso, ha necesitado putear a Semedo, Arthur, Dembelé, y Malcolm, y todo a costa de mantener contra viento y marea a Coutinho y Sergi Roberto, y de no cambiar al peor Busquets nunca, ni al peor Suárez en tramos de temporada largos. Estoy seguro de que sacando la misma defensa que ha alineado, y a Rakitic, Busquets, Arthur, Messi, Suárez y Dembelé (o Malcolm si se lesiona), el Liverpool lo hubiera tenido en chino. Lesionado Suárez y Dembelé, el tema pasaba por Malcolm sí o sí, y por reforzar con Vidal para evitar las contras armadas por un Parejo sensacional. Alba ha hecho partidos lamentables en Anfield y Sevilla, pero eso no es culpa de Valverde, y su temporada ha sido excelente. Por otra parte, tener a Coutinho por delante tiene que producirle erisipela.
Hay que felicitar al Valencia, que con un entrenador de lo más amarrategui que hay ha sabido aprovechar la donación de Ernestito. Ahora, Bartomeu decide. O expulsa al Txingurri de Can Barça, o va a condenar al Barça a la más odiosa vulgaridad. Cada día que ha pasado desde Roma ha sido un atentado a la historia de este club. Ya sé que el ET de Messi empuja a pensar que todo lo que no sea un triplete es un fracaso. No es así. Pero ciscarse en tu propio estilo para perder con tal estrépito, es cosa de locos. Es tu turno Barto.