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Desde luego que es para descojonarse |
Uno creía que ya lo había visto
todo en trampas de tintes mafiosos tras el Balón de Oro de 2013, robado a Messi
porque ChiquiliBlatter de la Calzada tenía que purgar su actuación, ebrio como
una cuba, mostrando al mundo que Cristiano le caía como el culo, o sea, como a
casi todos. Aquel año tuvo que romper todas las normas de cualquier premio
reglamentado, y alargó ilegalmente los plazos de votación mientras Messi estaba
lesionado, al ver que al Nene de Madeira, tras un año literalmente horroroso
y sin título alguno, se le ocurrió hacer medio partido destacable a la contra
en una repesca ante Suecia. Por si fuera poco, el 3% que dicen que le sacó de
ventaja en votos a Messi tras presionar a medio tercer mundo en las semanas de prórroga,
no se lo cree ni la madre que lo parió.
Un atónito Ribéry juraba en arameo viendo que ser la figura del triplete
del Bayern ese año no le valía para, al menos, borrar del mapa al BLUFF más
descarao de la historia del fútbol. Él hubiera podido asimilar que ET Messi lo
superase, pues sabe, como todos, que ni ha habido, ni habrá nadie que se le
aproxime jamás. Pero que un tipo que tendría que reencarnarse 30 veces para
fabricar el 10% del fútbol que fabricó Ribéry ese año, es imposible de asimilar
para nadie.
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Posturita tras meter el 4-1 depanlty en Lisboa tras 120 minutos missing |
Pero mira tú por dónde que llega
una cuadrilla de plumillas de baja estofa a sueldo de France Football, y le
regalan otro baloncito al nene, cuando no ha estado ni entre los 20 mejores
jugadores del año, no ha aparecido entre los 5 mejores de ningún partido
importante del Madrid ni de Portugal, y ha sido de los peores jugadores en el
campo en las semifinales y final de Champions, y en casi todos los partidos de
la Eurocopa. Por si fuera poco, estuvo ausente en la Final por lesión, por lo
que ni siquiera pudo presumir de un gol de rebote o de penal... O sea, un Bluff
total, como cada año, que engorda cifras goleadoras a base de marcar en
partidos intrascendentes ante rivales menores de Liga o de Champions en sorteos "a la
carte", mayormente desde el área pequeña o de penalti. Y por supuesto mostrándose
incapaz de marcar siquiera un 2% de goles que merezcan la pena verse repetidos.
Quitas ese 0,5% de tiros lejanos que le entran de ciento a viento, y algún gol
de cabeza bueno, única faceta del fútbol en la que está entre los 10 mejores de
la actualidad, y te queda un rosario de ordinarieces por las que jamás, nadie
en su sano juicio, podría calificar de crack a este pavo.