Si
pudiésemos mandar a la diosa Potra a tomar por saco del fútbol, le haríamos un
maravilloso favor al deporte en general, y sobre todo a la verdad, que no
podría ser maquillada por esos dos ejércitos cavernícolas que, aun estando en
plena guerra civil entre ellos, rebosan merengue hasta por las orejas. De
hecho, en esta Eurocopa, están culminando el espectáculo que llevan dando una
década, el más bochornoso que se recuerde en la historia de la prensa deportiva
mundial. O sea, aunque entre esas dos facciones se odian entre ellos, según estén con o
contra Florentino, ninguno va realmente a hacer estallar esa olla
podrida, pues todos viven del madridismo en vena. Y ahí tenéis conviviendo en
buena armonía a Relaño con Roncero, a Ares con Segurola, a Duro con Pedrerol, a
Caridad con Roberto Gómez, o a Lama con Paco González, por poner algunos
ejemplos de contaminación mediática total.
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La magia lleva viste de azul y grana |
Repasemos
con perspectiva. El dolor de muelas de la Caverna empieza en Noviembre
del 2005, con el Barça de Ronaldinho, que teñía de alegría y fútbol espectáculo
al Barça, y certificaba la mentira de los "galácticos" con aquel 0-3
memorable y con la Champions de París. La burrada de Tito Floren prefiriendo a
Beckham fue acojonante. Y había que empezar a mentir, porque al Capo no se le
toca ni los fichajes, ni las recalificaciones de lo irrecalificable, ni los
donativos municipales... Silencio Stampa
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Fue quitarse a Raúl, y empezar a fuir la cosa |
En 2007 el
RM ganó la Liga por el golaverage y "a su manera", o sea, tirando de
potra obscena y de arbitrajes. Nadie en su sano juicio osaba siquiera negar que
era un equipo absolutamente inferior al Barcelona. Pero lo maquilló en 2008, con
Ronnie ya prejubilado, aunque no dejaba de ser humo de pajas. De hecho, en el
mismo verano de 2008 un tal Luis Aragonés, tras reconocer que su cobardía al
llevar a Raúl le costó el Mundial 2006, lo largó de la selección dando la manija
a Xavi e Iniesta, el mando en plaza atrás a Puyol, y dejándose de mamonadas
donde se fabrica el fútbol, o sea, plantando a Senna y sentando a Xabi Alonso.
Con los dos enanos + Silva hubo de sobra para alimentar a Torres y a un Villa
en racha. Y con eso, y Ramos a un costado, o sea, fuera de zonas donde sus
habituales fallos producen derrotas, se alcanzó ese Europeo 2008, y el planeta
vio que una selección nacional podía jugar como el Barça.

Más de un bobo culé
vio la verdadera trascendencia de "Xaviniesta". A partir de ahí, los
escozores en la merengada mediática y enferma eran insoportables. El Barça
comenzó su dictadura mundial con Guardiola y Messi. Y la selección, cada vez
más plagada de jugadores de la Masía, pues lo mismo. Ni siquiera el Marqués Del
Bosque pudo joder algo tan sólido, a pesar de encasquetar a un estorbo como
Xabi Alonso en la zona donde nadie debe estorbar. Ni por esas. Con los dos
artistas de la pelotita, más Piqué, Busquets, Pedro y Villa, (+ Cesc al
aparato) apuntalando una especie de Barça B sin Messi ni Alves, se ganó un
Mundial. Eso sí, hizo falta la flor de Don Vicente, en forma de Villa matador,
y la de Iker, pues se pudo palmar con Paraguay y Chile, e incluso en la Final. En eso nadie puede negar la apotación merengue: la dosis de chorra en el momento oportuno ha sido fundamental.