Lionel Messi, ese jugador irrepetible que cada día se aleja mas en el firmamento de cualquier otro que se haya calzado borceguíes para jugar al fútbol en la historia del planeta Tierra, ha caído lesionado de cierta importancia. Y, cómo no, lo ha hecho tras realizar una de esas jugadas que no están al alcance de nadie excepto él, en este caso un control orientado impresionante, matando un pase de 30 metros a botepronto, con esa zurda imposible que, como decía el gran Galeano, no lleva la pelota pegada al pie, sino dentro del propio pie, lo cual hace inútil pretender robársela.
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Es normal que teman a quien les machaca desde hace diez años |
Yo entiendo que tiene que ser frustrante ver que a un tipo en 7 minutos le de tiempo de
dejar un toque mágico para el recuerdo que otros no podrán hacer ni
jugando 200 partidos ante los benjamines del Funchal FC. Comprendo que
incluso gente de bien, pueda medio alegrarse de que caiga lesionado el
jugador que hace inviable cualquier sueño de predominar en este deporte
al equipo de sus entretelas. El típico "no me alegro de las desgracias de nadie, pero si está unas semanitas fuera pues mejor", es lógico hasta cierto punto. Lo que ya no soporto es a esa cuadrilla de cabrones que estaban rezando a la Vírgen para ver si Leo tenía la peor de las lesiones. Porque hay que diferenciar entre el aficionado incondicional que ve que sin Messi se le pone la Liga viable, y el fanático al que no le importa otra cosa que ganar por lo civil o lo criminal. Y entre estos últimos están toda esa recua de hijos de la gran chingada de la Caverna que, por deficiencia piscopática y/o por pasta, no logran superar que un chaval de Rosario se haya cargado toda una Organización Mafiosa durante 10 años, esa de la que cobran para difamar, mentir, y desprestigiar al equipo que este argentino ha liderado, y en el que se ha convertido en la Leyenda más grandiosa que recordarse pueda.