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"Vende champús" tras algún penaltito |
¡No va más señores! Esto es el desideratum. Asistimos a la campaña más burda jamás montada. Una especie de "tormenta perfecta" muñida por ese ser siniestro que mueve los hilos de la panda de tipejos con carnet de prensa que se mueven en las cloacas de la historia más negra del periodismo deportivo.
Ya tuvimos que digerir que, mientras en el planeta Tierra se discutía única y exclusivamente si había existido algún equipo mejor que el Barça de Guardiola o algún jugador mejor que Messi, en esos putiplatós de radio y TDT, se dedicasen a intentar emponzoñar la leyenda de un equipo que llegó a la cima en Tokyo, practicando un juego que nadie podrá superar jamás, y terminando con once canteranos en el campo.
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El señor de los goles imposibles |
Ya nos vimos obligados a blasfemar contra las santas madres que parieron a toda esa tropa de malnacidos capaces de, a base de ataque furibundos, ocultar las hazañas de un jugador que, con 27 años, ha fabricado más jugadas de gol, más pases de ensueño, más destrozos en cerrojazos mouriñescos, y más acciones imposibles, que Cruyff, Maradona y Romario, y juntos, por nombrar solamente algunos de los extraterrestres que yo he visto en la historia del fútbol moderno...
Nos reprimimos una y otra vez al comprobar que, a pesar de ser humillados clásico tras clásico, liga tras liga, champions tras champions, el ser siniestro mantenía su halo de "salvapatrias" a base de activar sin rubor la lavadora de cocos merengues como quien fabrica monigotes en serie, y teníamos que aguantar no sólo la mierda con la que trataban de impregnar cada cuadro blaugrana, sino que partieran cada verano, sin haber empatao con nadie, agitando esa odiosa bandera de la prepotencia, que produciría asco si no fuera porque nos entraba la risa floja.