Está pasando por malos momentos... pero sigue siendo el number one |
Vaya
por delante que Mourinho, por 1ª vez en su puñetera vida, ha conseguido que un
equipo suyo supere en el campo al Barça en buena parte de los 90 minutos que
dura un partido. Asimismo es 1ª vez que Cristiano juega mejor que Messi en un
clásico. De ahí a categorizar el panorama futbolístico mundial colectiva e
individualmente por este partido, tururú.
El
Barça lleva 2 o 3 partidos atorado en ataque. Ya es oficial: Messi, desfacedor
sin igual de todos los entuertos defensivos habidos y por haber, no es un robot.
Aunque sigue superando récords de goles y asistencias, Leo sufre el primer
bajón real de forma y de juego desde que debutó, y por tanto los asesinos a
sueldo de la prensa y los propios cenizos culés ya tienen vía libre para dispararle
a matar. Pero aniquilar una Leyenda de 25 añitos está complicadillo. Cuando
Messi no está fino es cuando se añoran delanteros desequilibrantes como los de
antaño. Pretender que Leo siga siendo todos los días él mismo + Eto’o + Ronaldinho
es una quimera.
Cesc: tenemos un problema contigo |
Cesc
está siguiendo los mismos pasos que con Guardiola. Un primer trimestre
aparentemente brillante por su acierto ante gol, y caída libre en rendimiento
cuando el maquillaje goleador desaparece. Él solito resquebraja la solidez
táctica de ese medio campo que ha maravillado al mundo, pues se pierden más
balones, y sobre todo se va al carajo la capacidad de ahogar al rival y evitar
contras. En partidos contra tipos que físicamente son como mulas pardas, Cesc
no cabe al lado de Iniesta y Xavi. Es más, es una bomba en los cimientos de
este equipo.
Al
Barça, por su forma de jugar, siempre le han hecho y le van a hacer 2 o 3
contras por partido como poco. Y las contras siempre dan sensación de peligro
porque los espacios son grandes. Tildar a la defensa de “coladero” por eso es
una gilipollez. Al Madrid le hacen muchas más ocasiones que al Barça. Que le pregunten
al Depor, que debió meterle 4 antes del descanso, o al propio Barça en la ida,
que nadie sabe cómo coño no dejó resuelta esta semifinal. No obstante, si no se
recupera la bolita en campo rival y Busquets es sobrepasado con frecuencia, ni
Piqué ni Puyol ni nadie pueden frenar, una tras otra, carreras de velocistas
que siempre tienen la ventaja del espacio libre. Hay que volver a los orígenes del
pressing alto ya.