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| El de la derecha dirige, el otro toca el timbal. |
Los maños tenemos fama de cabezones, pero creo que el Txingurri es el que carda la la lana en eso de la terquedad. Parece que, en vez de amenazarle de verdad, Messi se limitó a pillarle de la solapa en Wembley ante el Tottenham, para que sacase a Arthur. Y, aunque siempre va a haber partidos malos teniendo, como los hay, una serie de jugadores vitales lejos de su mejor forma, es alrededor de éste enano brasilero que el Barça nos ha regalado la vuelta a los orígenes y, con ello, el dominio de los partidos en Londres, Milán o el clásico en Barcelona, incluso sin Messi, y recuperando así la imagen de lo que es, un equipo legendario por su forma de jugar.
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| Han tenido mala suerte con un entrenador que les ningunea |
Pero ese sensacional mes no parece que le fuera suficiente. Ernestito no tragó el fichaje de Arthur, ni el de Malcolm, de la misma manera que por sus webs no saca un dos a jugar (Semedo), y prefiere que esa banda sea, con Sergi Roberto, un chollo para cualquier equipo que sepa percutir por esa autopista gratis. A trancas y barrancas tuvo que poner a Arthur, que le demostró que es la argamasa que tapa las carencias de titularísimos que no andan finos, y el que echa el candado a la bola y deja solamente un ratito al rival para hacer pupa. Eso no garantiza el éxito, pero casi. Lo que no vale es que, en un partido raro que se pone 0-2 por la vía de agua del puto lateral derecho, Valverde saque del campo a Von Karajan (Arthur) para meter en su lugar al del timbal (Vidal), porque con eso, aparte de insultar a la inteligencia, se sacan todos los números para dejar de dominar el balón, lo cual es un suicidio ante un equipo que la toca bien. Y al que le valgan un par de arreones en algún tramo de esa segunda parte, pues que se saque pasaporte en Merenguelandia, que recibirá más dosis de vulgaridad.
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| Que Semedo no juegue de lateral titular me parece tremendo |
El resultado ante el Betis es lo de menos. Lo grave es saber que hay un entrenador que nunca ha querido a Arthur en su once, ni a Malcolm, Semedo o Dembelé. Y que en base a ello, está con la guillotina preparada para sajar cualquier pretensión de que ninguno de ellos se sienta titular indiscutible, lo cual es letal para cualquier jugador. Puede estar viendo a Rakitic medio muerto por el campo y con una amarilla. O a Busquets lento y con un día tonto. O a Suárez retornando al desacierto repetitivo. O a Sergi Roberto transparente para ser taladrado por su banda. Da igual. El Txingurri lo que espera, por ejemplo ante el Betis, es el primer fallo de Arthur o Malcolm, para sacarles del campo y recordarles que ahí está él, con la guadaña, y que son irrelevantes en ese proyecto mega ordinario por el que el Barça debe dedicarse a ganar "como sea", aunque eso suponga una traición al propio Barça, y no lleve a otra cosa que el desprestigio.
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| Solo Messi puede poner firme a Valverde |
Yo creo que Messi debió fumar en pipa viendo que salía Vidal por Arthur... o Munir por Malcolm. Y espero que, dado que ya hace muchos años que Leo se ganó los galones de mariscal absoluto del fútbol mundial, pille por banda a este míster cortito cortito, y le explique, esta vez de otra manera, que ni él ni sus compañeros van a tolerar otro ninguneo al único fichaje que puede mitigar la ausencia de Xavi. Más que nada porque ahorra muchos kms por partido al resto, mientras el "estratega vasco", tras joder al equipo con sus puñeteros cambios, se debe creer un genio por mandar a Piqué al área rival a ver si suena la flauta como en Vallecas... Pobrete. Aún no se ha enterao de que Gerard, sin cuyo mjeor nivel es muy difícil que el Barça gane la Champions, es, posiblemente, el jugador alto que peor va de cabeza de la historia del fútbol. Pero, ¿qué podemos esperar de un tipo que es capaz de pegarse dos años sin lateral derecho por encajar de titular a un canterano? Suerte que Messi exigió a Arthur en Londres. Y suerte del VAR y de que el Madrid sigue siendo un desastre. De lo contrario, el Txingurri ya podría programar el cotillón de fin de año con Lopetegui. Solo Messi, esta vez fuera del campo, puede acabar a tiempo con esta deriva tan estúpida como auotodestructiva.
