EL DRAMA DEL PORTUGUÉS ERRANTE

A poquitas horas de la Supercopa, no tengo ni idea de lo que va a pasar, ni ganas de ejercer de vidente, y me sentaré a ver este partido importante…pero de pretemporada, más allá de que la maquinaria láctea haya vuelto a dibujar otra champions de verano para su Real Madrid.

Pero ahora que se viene la temporada encima, me apetece profundizar un poco en ese personaje “multiusos” llamado Mourinho, a quien la estrategia suicida de Tito Floren con sus secuaces de la prensa pretende elevar a una categoría profesional de "genio" que jamás tendrá, aunque Platón resucitase y rehiciese su Teoría de la Reencarnación a partir del luso.

En efecto, al tipo no le vale con la pasta gansa que le han hecho amasar a cambio de ganar “como sea”. Desde Abramovich, ese ex-empleado ruso beneficiario de las privatizaciones exsoviéticas, hasta ese rico heredero del imperio petrolífero de los Moratti, y por supuesto el exconcejal de urbanismo de Madrid que hoy le paga 2.000 millones de pesetas anuales, limpitos. Los tres han fracasado rotundamente pues nada de lo que han construido a través del Portugués Errante permanecerá en el recuerdo como algo bello e inolvidable…a pesar de mucho título nacional y de una sola Champions desde que salió del Oporto, que ya ha llovido.

¡Ay el dinero!... Estoy seguro de que para Mou “el dinero no da la felicidad, pero da una sensación prácticamente idéntica….”. Por eso lo que quiere es ganar…¡que participe el otro!. Lo demás es solo eso, teatro puro. Mou ha puesto su inteligencia al servicio del “business” que descubrió en Oporto, basado en a) Los títulos y b) El dinero que se mueve con los fichajes.

Su paso por el Oporto, equipo muy ensuciado con supuestos sobornos arbitrales que aquí se pasan de largo, le dio la llave para atraer a Abramovich. A partir de ahí, la pasta ha hecho el 80% del resto. Porque si a un club llega un entrenador que cobra mucho más que ningún jugador y que decide fichajes y descartes, es el puto amo por decreto, y ya tiene el respeto inicial de la plantilla. Si a eso le añades su indudable habilidad en el trato personal y su gran categoría de actor “pluripapel”, tenemos la explicación del personaje. Veamos sus roles teatrales desde su posición privilegiada:

-        Es papaíto comprensivo con los jugadores que le bailan el agua y controlan al resto

-        Es terminator con los jugadores que no le ríen las gracias de manera incondicional

-        Es un loco peligroso cuyas reacciones acojonan a sus propios jefes

-        Hace de chulo indecente ante contrarios, árbitros y periodistas que no le adulen

-        Es un cínico en varios idiomas ante prensa internacional

-        Nostálgico de la Premier, donde jamás pintó nada en cuanto a caballerosidad

-        Es “ingeniero táctico” con libreta y todo…pero ningún esquema suyo perdurará

-        Es un pobre corderito cuando le están bailando…ni sale del banquillo

-        Es un provocador desbocado para conseguir protagonismo

-        Es siempre el PROTAGONISTA de los triunfos…Yo, yo, yo y siempre yo.

Todos esos personajes los maneja a las mil maravillas para seguir generando dinero e imagen de “super entrenador” con su tinglado en sociedad con Mendes. Pero amigo mío, hay otros dos papeles que ya no son de mentira, y que la realidad le impone, veamos:

     El de acomplejado, como tipo que jamás jugó a fútbol profesional, que no sabe NADA de fútbol espectáculo, y que no puede enseñar una higa con un balón en los pies.

    El de mal perdedor que se convierte en un ser profundamente malvado capaz de disparar a todo lo que se mueve si encuentra una excusa para sus derrotas, sea arbitral, federativa, que no le han fichado lo que quería, que el enemigo está adentro…etc.

Y ese es su DRAMA psicológico. No puede con eso. Vino a España tras aparecérsele la Vírgen en forma de Benquerença en el Inter-Barça, y tras la vuelta en el Camp Nou, con la táctica más infame que se recuerda en Champions en un equipo rico. Se creyó que a base de chulerías y prensa adlátere, iba a superar a un equipo al que jamás le ha sabido quitar la pelota…y que está dirigido por un grandioso exjugador. Y claro, cuando hablamos de juego ofensivo, movimientos con balón, y escuela del tiki-taka, la cosa le presenta ecuaciones que no sabe ni plantear. En un solo año le han pateado el culo con dos hechos que ya han pasado a la Historia: 

     - La manita de Noviembre, posiblemente el mejor partido hecho jamás por equipo alguno en un partido entre grandes en una competición mayor. 

       - La culminación de la santificación ecuménica del Barça en Wembley.

Por ahí le duele el tema al Portugués Errante, el tipo que desde que salió de Portugal llega, gasta una fortuna con la que ganaría títulos nacionales hasta Roncero entrenando (igual me he pasao), y se larga a otro sitio tras exprimir el negocio. El problema es que ha llegado a un lugar donde tiene que vérselas con una Leyenda Universal, de esas que no se tachan ni aunque dé 17 ruedas de prensa tan vomitivas como la del año pasado.  Y encima la Leyenda le metió una mano de hostias que lo tiene grogui, tras la que ha decidió huir hacia adelante, cargarse a Valdano como si tuviera culpa de algo, y prometer que “su 2º año siempre es el mejor”.

 ¿Y ahora qué?. Creo que tiene poco que ganar. Y hablo de la temporada, no de esta noche. No niego que si le meten un repaso el Barça hoy y el Miércoles, la psique merengue recibirá un chute. Pero la prensa láctea puede convertirlo en una sobredosis que les deje secos cuando lleguen los títulos mayores. Porque uno duda de que Mou, gane o no la Supercopa, sea quien encuentre la manera de quitarle la pelota al Barça, y esa es la única manera de desacelerar la trascendencia histórica azulgrana. Y Messi, Iniesta, Xavi, Thiago, Cesc, Busquets…etc no creo que estén por la labor de donar la bola a nadie. Es más, si la vida sigue igual, apuesten por más fichajes estelares ya mismo.

En efecto, Mou sabe que solo puede aspirar a intentar acabar con una hegemonía sin precedentes, pero no a superar la admiración mundial de un juego que roza la perfección demasiadas veces al año. Si fuera un caballero, enfocaría su reto hacia lo evidente, encumbrando a su rival, y mostrando modestia en su reto. Pero él y su Jefe han elegido la vía menos inteligente, la de intentar desprestigiar una  máquina maravillosa por una parte y presumir de lo que no son por otra. Allá ellos. Serían más felices con una dosis más de modestia y otra menos de perversidad.

De lo que no tengo duda es de que Mou seguirá siendo Errante, aunque aquí posiblemente le invitarán a irse recordándole que “errante” también puede significar “tendente al error"...